Día 2

“¿Con quién, entonces, me compararán ustedes?  ¿Quién es igual a mí?», dice el Santo.  Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas!” Isaías 40:25-26

Cuando surge un problema o dificultad rápidamente viene el pensamiento ¿Por qué Dios lo permitió? Llegando a pensar que creer en Cristo nos exime de todos los problemas, pensando que Dios no tiene el suficiente poder para solucionar nuestros problemas o que no es lo suficientemente poderoso para manifestar su poder.

Aunque Dios usa algunas pruebas para corregirnos, no todos los problemas o dificultades son el resultado de nuestros pecados o fracasos en la vida, pero Dios es tan bueno que puede usar cualquier situación para que maduremos y nos transforme en la semejanza de Cristo día con día.

Las circunstancias difíciles que se nos presentan en la vida nos ayudan a entender una de las lecciones más importantes que es la confianza en Dios, en un futuro cercano que el siempre tendrá el control-

¿Cuándo fue la última vez que alzaste tu mirada al cielo y contemplaste la creación de Dios y diste gracias en medio de los problemas?, al leer Isaías podemos darnos cuenta de que Dios ordeno todo, llamando a cada cosa por su nombre el cual nos recuerda que Dios tiene todo bajo control y él se ha preocupado por cada detalle de su creación.

Dios no se cansa de ayudarnos a ser más fuertes en Cristo, en lugar de dudar o agachar la cabeza ante las circunstancias, volteemos nuestra mirada al señor y busquemos que él tome el control de nuestra vida, porque para el somos más valiosos que cualquier otra cosa.