Dia 4

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Efesios 2:8-10

Cuando por fin decidimos comenzar a confiar en Dios, rápidamente nos frustramos porque no sabemos por dónde comenzar, o puede que estemos sirviendo con un corazón incrédulo o duro, invirtiendo la menor cantidad de horas posibles para regresar rápidamente a nuestras actividades personales.

La importancia de comenzar bien es entender que nuestras actividades diarias no nos pertenecen, nuestros trabajos, estudios, recreaciones, hobbies, emprendimientos, sueños, todo esto le pertenece a Dios ya que, como hijos adoptivos de Dios, buscamos honrarle en todo ya que decidimos entregarle todo lo que somos, esto nos permite encontrarnos con una vida llena de paz y alegría al servirle a Dios todos los días en ese llamado que nos a entregado.

Dios nos ha permitido estar en este mundo para que cada uno lleve el ministerio de la reconciliación a través del poder de Cristo. El cual en su infinita misericordia a diseñado un lugar de servicio el cual se ajusta a nuestra forma de ser, nuestro carácter, personalidad, dones y habilidades.

Si nosotros estuviéramos en este mundo solo para trabajar, estudiar o divertirnos, realmente no disfrutaríamos a largo plazo, para nosotros como cristianos es importante entender que, en medio del servicio de una vida entregada, encontramos paz. Y alegría ya que somos como bien menciona efesios “hechura suya, creados en Cristo Jesús para las buenas obras”.

Al recordar esto podremos tener llevar una vida bendecida por parte de Dios, ya que no dependemos de nuestras fuerzas sino de las de Cristo Jesús.